miércoles, 3 de junio de 2009

Normales inquietudes (fragmentado/desfragmentado)

De los odios no sé nada, pero saben las palmas de mi mano, lastimadas por la presión de mis uñas, por los puños apretados.
No sé nada de los odios, pero los conoce mi mandíbula dolorida de apretar los dientes.
También los conoce mi garganta, porque por ella pasaron la bronca y la rabia, y sus analgésicos.
Mis piernas estuvieron en contacto con los odios, justo antes de escupirlos en una patada, también a ellas le pueden preguntar. Y a mis brazos, y a mis manos, y a mi panza… y a mi espalda.
Del amor tampoco sé nada, pero pueden preguntarme, porque me atraviesa desde hace ya un tiempo.